HISTORIA MISIONERA PARA EL 3° TRIMESTRE DEL AÑO 2020 - INFANTES




Sábado 1:
Akin vive Nigeria en el continente africano. Muy cerca de la ciudad de Abuya, la capital de este país.  Este lugar es muy bonito, tiene muchos animales vistosos, como las jirafas, cebras, leones, búfalos, elefantes, cerdos grandes, chimpacés y monos que viven en el bosque. También viven los Kob, los topis, los alcelafos que son diferentes clases de antílopes.
En el país hay muchos ríos. El principal se llama río Niger. El país se llama Nigeria debido a la importancia de este gran río en los animales, cultivos y personas.  Además, viven los cocodrilos e los hipopótamos.
Nigeria tiene muchos árboles para alimentar a las jirafas como las acacias, los papiros que se encuentran a orilla del río y los árboles de madera dura como la caoba y él ébano se utilizan para hacer muebles. A Akin le encanta trepar diferentes clases de árboles y balancearse con las lianas que cuelgan de las ramas gruesas de los árboles.  

Sigue este enlace y encontrarás un Memotest con animales de África (gentileza de Nina Herrera):
https://valeriasfasciglione.blogspot.com/2019/09/memotest-de-animales-de-africa.html

      Sábado N°2:
          Akin y su familia son adventistas, viven en Abuya, la capital del país. Aman mucho a Jesús y quieren que todas las personas conozcan la esperanza del pronto regreso de Jesús.
Cuando Akin sea grande, quiere ir a estudiar en la universidad adventista. Akin quiere ser un médico misionero para ayudar a las personas que tanto necesitan salud para su cuerpo y para su corazón. 


      Sábado 3:
      Cada día, Akin intenta ser obediente y fiel a las enseñanzas de la Biblia. ¿Sabías que el nombre de Akin significa “niño valiente”?
Una mañana, mientras caminaba rumbo a la escuela, vio a dos niños mirando el auto de un vecino con intenciones de dañarlo con una piedra. El auto era viejo, tenía abolladuras, la pintura estaba descolorida, pero el señor Dakari lo cuidaba mucho. Ese día, el auto estaba limpio y brillante. 
Akin no sabía qué hacer. Quería detenerlos, pero tenía miedo, así que hizo una pequeña oración en su mente pidiéndole a Jesús que lo ayudara a hacer lo correcto. Luego se acercó al auto y les dijo: “Por favor, no dañen el auto del vecino; se pondría triste y le costaría mucho dinero arreglarlo. Deberían ir a pedirle disculpas por sus malas intenciones”.

El sábado próximo sabremos qué reacción tuvieron estos niños con Akin. 

          Sábado 4:
¿Se acuerdan del sábado pasado? Akin les dijo a los niños que no dañen el auto del vecino.  Hoy vamos a conocer, qué ocurrió después que les habló. 
Los niños lo miraron sorprendidos, no esperaban que un niño de su edad les hablara de esa forma. Uno de ellos salió corriendo, huyendo de la situación; el otro, se llamaba Enzi, lo quedó mirando y le preguntó con asombro: “¿De verdad piensas que debemos pedir disculpas, aunque no hayamos hecho nada?”
Akin le explicó que no era una obligación pero que Jesús se pondría muy feliz si lo hacía, porque él mira las intenciones de nuestro corazón. Enzi lo miró con extrañeza: no sabía quién era Jesús y tampoco entendía eso de que mirara el corazón. Pero estaba sorprendido que decidió hacer lo que Akin le decía para ver qué pasaba. 
Entonces, fueron juntos a tocar el timbre de la puerta de la casa del señor Dakari y mientras esperaban, Akin le dijo que debían orar para pedirle a Jesús que los ayudara a hablar. Enzi se ponía cada vez más nervioso, pero Akin le dijo que no se preocupara, que confiara en Jesús, que los estaba acompañando. 
El próximo sábado conoceremos al señor Dakari y cuál fue su reacción ante los niños. 

         Sábado 5:
Cuando el Señor Dakari abrió la puerta, los niños se presentaron y le explicaron qué hacían allí. Él los miró con mucho cariño, tanto, que a Enzi se le hizo un nudo en la garganta y luego se le escapó una lágrima. El vecino los invitó a tomar un jugo fresco de mango y les contó que ese día él había estado preparando su auto con mucha dedicación porque iba al casamiento de su hija. Y les agradeció que no lo hubieran dañado. 
Enzi salió muy confundido por la situación: sentía culpa por haber querido dañar el auto, pero también alegría por no haberlo hecho, más aún en un día tan especial para el Sr. Dakari. 
Cuando Akin se quiso despedir de Enzi, él lo tomó fuertemente del brazo.
¿Quieres saber qué ocurrió? El sábado que viene lo sabrás.
Sigue este enlace y encontrarás un Memotest para repasar la historia misionera en cada clase.(gentileza de Nina Herrera):
https://valeriasfasciglione.blogspot.com/2019/09/memotest-historia-misionera-4-trimestre.html


         Sábado 6:
Akin tenía que regresar a su casa, sus padres iban a preguntar por él. Pero Enzi no soltaba su brazo, entonces le salieron las palabras y le dijo:
Akin, yo quiero saber más acerca de ese Jesús del cual hablaste. Akin le respondió:
—Mira, voy a mi casa y voy a preguntar a mis padres si puedes venir, así ellos te explican mejor.
Conforme con la respuesta, Enzi se retiró a su casa y Akin fue corriendo a la suya para contarle a su familia lo que había sucedido.
La mamá de Akin escuchó con atención a su hijo y le dijo que invitara a su nuevo amigo para el culto familiar de la tardecita.
Rápidamente Akin corrió a ver a Enzi y le dijo que lo invitaba a su casa a la tardecita.
Esa tarde, Enzi estaba ansioso para que termine el día. Hizo rápido todas las tareas que su mamá le había pedido y cuando Akin vino a su casa, él ya estaba paradito al lado de su puerta, esperándolo, bien peinadito y bañadito. Era la primera vez, que un amigo lo invitaba a su casa.
La semana próxima conoceremos qué ocurrió en la casa de Akin.




        Sábado 7:
Desde el momento que Enzi entró en la casa de Akin, para él fue totalmente distinto porque todos lo recibieron con una sonrisa y muy amablemente. Le llamaba la atención que nadie estaba haciendo otra cosa y todos hablaban sin que nadie discutiera o gritara.
La mamá de Akin había preparado “fasoolynya”, un guiso preparado con porotos o judías que se lo sirve con un pan de maíz o pan de mijo. ¡Justo era el plato preferido de Enzi!, así que estaba muy feliz.
Luego todos ayudaron a ordenar la cocina, después, abrieron unos libros negros y comenzaron a cantar. Enzi los veía a todos alegres y contentos.
Finalmente, el papá abrió otro libro negro con más páginas y Akin le explicó a Enzi que este libro hablaba de Jesús.
Enzi estaba muy interesado y prestaba mucha atención a todo lo que se decía.
Esa nochecita, cuando Enzi regresaba a su casa, quería contarle a su familia todo lo que había visto y escuchado, pero cuando llegó a su casa…
¿Quieres saber lo que pasó, ven el sábado que viene y lo sabrás?

     
        Sábado 8: 
Enzi encontró a su papá gritándole muy fuerte a su mamá. Ella estaba muy triste. Si bien en su país está prohibido tomar alcohol, él lo hacía a escondidas de las autoridades y cuando estaba borracho, su comportamiento cambiaba y comenzaba a maltratar a todos los que estaban a su alrededor.
Enzi, sin saber cómo orar, le pidió a Jesús que ayudara a su familia a conocerlo también.
A la mañana siguiente, Akin fue a visitar a Enzi y lo invitó para ir a un parque con juegos. Enzi le pidió permiso a su mamá y luego los dos se fueron corriendo hasta el parque. Allí entre juegos, risas, corridas y saltos; Enzi se animó a contarle a su nuevo amigo Akin lo que pasaba en su casa. ¡Él quería que su familia también conociera a Jesús! Sin qué decir más, Akin lo invitó a Enzi a orar a Jesús por su familia.  Y allí, con los ojos cerrados, al lado de los toboganes, Enzi escuchó por primera vez cómo tenía que dirigirse a Jesús.
Cuando se despidieron los dos amigos, Enzi entró a su casa y encontró a su papá ayudando a su mamá a cocinar unas ricas mandiocas. Enzi los abrazó y les dijo cuánto los quería.


       Sábado 9:
Akin y Enzi van a la escuela juntos, al mismo grado y en su país se hablan 516 lenguas, pero el oficial, es el inglés.
Ese día, su maestro, les pidió a sus alumnos que repasaran los números del idioma inglés, pues iban a tener una prueba. Durante los recreos, ellos comenzaron a repasar lo que habían estudiado en sus casas, pero Enzi no había podido estudiar mucho porque tuvo que ayudar a su mamá a limpiar la casa, ya que ella estaba por tener un bebé.
Entonces Akin, acompañó a su amigo Enzi para repasar los números. ¿Quiéres aprenderlos también o ya los sabes?

Akin y Enzi no solamente tenían que saber cómo se escribían, sino que también cómo se pronunciaban.
Cuando llegó el momento de la prueba, Akin le dijo a Enzi que hiciera una oración antes de completar la prueba y así lo hizo.
En el siguiente recreo, cuando los dos amigos se encontraron se preguntaron cómo les había ido en la prueba. Y tanto Enzi como Akin estaban contentos porque habían podido completar todos los ejercicios y responder las preguntas del maestro.
Cada vez más, Enzi le gustaba hablar con su nuevo amigo Jesús.


        Sábado 10: 
Una mañana, Enzi se tuvo que levantar temprano porque su papá tenía que llevar a su mamá al hospital para que naciera su hermanita. Enzi estaba preocupado porque veía que su mamá le dolía mucho la panza, así que le pidió a Jesús que la cuidara mucho. Esa mañana, Enzi no pudo salir a jugar, se quedó en su casa para hacer las camas, lavar la loza, barrer el piso y dejar todo en condiciones para cuando venga su mamá.
Akin y su familia también estaban orando por la mamá y la hermanita que iba a nacer, para que todo saliera bien.
La mamá de Akin hizo un rico guiso e invitaron a Enzi almorzar, así, iba a la escuela bien alimentado.
Al regresar, cuando Enzi estaba llegando a su casa, escuchó que su papá le hablaba a su mamá.
¿Quieres saber lo qué pasó? Ven el sábado que viene y lo sabrás.



Sábado 11:
Enzi entró rápidamente a su casa, dejó su cuaderno y su lápiz arriba de la mesa y fue corriendo a la habitación de sus padres. Allí abrazó a su mamá y vio por primera vez a su hermanita. ¡Era hermosa!, Se llamaba Niara. A Enzi le encantaba ese nombre y esa misma noche antes de dormir, agradeció a Dios por cuidar a su mamá y a su hermanita. Enzi estaba muy feliz. 
Al día siguiente, Enzi fue a jugar con Akin y le contó que su mamá y su hermanita ya estaban en su casa. 
La mamá de Akin vino a visitar a la mamá de Enzi, le regaló una linda manta bordada para la hermanita y le trajo shai bi-nana té, una bebida caliente a base de hojas de menta endulzadas con miel o con azúcar. 

Entonces la mamá de Enzi le dijo en voz baja a la mamá de Akin un secreto. ¿Quiéres saber cuál era ese secreto?

        Sábado 12:
Le dijo que últimamente estaba viendo a su hijo Enzi con buen humor, se lo veía contento y que hacía todas las tareas del hogar y de la escuela sin quejarse. 
Ella también quería saber más de ese Jesús.
La mamá de Akin, se puso muy contenta e invitó a toda la familia a ir a la iglesia, al siguiente sábado.  Y así lo hicieron. Abrigaron bien a la hermanita y todos llegaron bien temprano a la iglesia. 
Akin y su familia, ya estaban en la iglesia y fueron los primeros en saludar a Enzi y a su familia. 
Cuando entraron a la iglesia, ese sábado, fueron recibidos también, por el pastor y Enzi se enteró de algo muy importante. 
¿Quieres saber de qué se enteró Enzi?


        Sábado 13:
Cuando el pastor comenzó a predicar lo hizo en los dos idiomas (en inglés y en la lengua nativa de ese lugar) Enzi entendía más la lengua nativa, pero no tanto el idioma inglés. Y allí, el pastor habló de la fe que hay que tener para creer en Dios y llamó a Enzi que pasara adelante porque su nombre en inglés significa “poderoso” y él no lo sabía. 
Entonces Enzi, pensó: —Si bien mi nombre significa “poderoso”, yo sé que Jesús es más poderoso que todos. 
Esa mañana, también el pastor oró por la vida de la bebé Niara y por todos los niños de la iglesia. 
Akin y Enzi estaban muy contentos porque en su iglesia los quieren mucho. Ellos quisieran que todos los niños de su ciudad, puedan tener su escuela sabática en aulas con techos, con mesas, láminas y sillas. También les gustaría ser miembros de un club de aventureros o conquistadores.  Y están orando para que este décimo tercer sábado las ofrendas de todas las iglesias adventistas del mundo puedan ayudarlos a construir aulas, comprar materiales para niños y así muchos niños conozcan más de Jesús. 


Historia recreada por Stella M. Romero de Aranda

Comentarios

  1. Muchas Gracias! Una bendicionn tener el misionero adaptado a Cuna :)

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  2. maravilloso material, y unas ilustraciones que maravillan a los niños..sin duda una bendición para que ellos vivan evangelio..y vean de forma clara el motivo de nuestras ofrendas. bendiciones

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  3. Hola! Este misionero no viene repartido en 13 sábados, si me podría decir dónde encontrarlo así?

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